Masha, una niña de 11 años, se muda junto a su madre Elisa, a casa de su abuela Dinia en las afueras de San José. El entorno cercano de la familia actúa como si el padre de Masha hubiera muerto. Pero Masha parece no tener conciencia de esto e incluso duda si este hecho es verdad o no. Empieza una lucha por demostrar que el padre aún existe, incluso confrontando a su madre frente a otras personas. Como respuesta, Elisa corta todo contacto con el mundo exterior. La convivencia entre estas tres mujeres detona un delirio en torno a la presencia de un hombre dentro de la casa, pero que nadie realmente ve.